El CF Talavera de la Reina vuelve a las andadas y se deja tres puntos en el tiempo añadido

El Club de Fútbol Talavera de la Reina volvió a las andadas y se dio de bruces con la realidad tras ceder por 1-2 en la visita de un Real Club Celta de Vigo ‘B’ que pescó del Municipal ‘El Prado’ como han venido haciendo otros muchos equipos a lo largo de la temporada y además dando la puntilla al encuentro en el tiempo de añadido, cuando los locales se veían con el consuelo de al menos contar con un punto en esta cita.

En dos acciones prácticamente calcadas, centro al área desde el costado izquierdo y remate inapelable con la testa al segundo palo, se iba a dejar la vida el conjunto talaverano en una cita en la que, durante los primeros 45 minutos tuvo sus opciones y no las aprovechó, lo que al final les acabó costando el enésimo disgusto para la parroquia local y el primero para un Manuel Mosquera que vivió en sus carnes el mal endémico de este equipo este curso.

Y no hay que restar mérito a un conjunto vigués que no era una perita en dulce y a los números de esta temporada nos atenemos. El conjunto de Onésimo Sánchez salió batallador y con las ideas bien claras, cierto es que los primeros avisos los pondrían dos de los de casi siempre. El primero de ellos un David Añón que en un remate poco ortoxo se encontraba con la respuesta del meta y el segundo sería Rodrigo con un jugadón en el que lo hizo todo bien salvo el remate, que se fue fuera.

Dos avisos y claros del Talavera pero oijito que el Celta ‘B’ no había venido lo que se dice de paseo a El Prado y lo demostró Gabriel Veiga con una gran acción personal que culminó con un remate ajustado que se estrellaba en la base del palo ante la estirada infructuosa del meta Edu Sousa.

Aunque parecía llevar el peso, no se sentía nada cómodo el Talavera ante un rival que te armaba en nada una transición, lo que pudo costarle el primer gol pero Alfon González se estrellaba con la defensa y la bola caía a un Lauti que terminaba por disparar fuera. Dicha acción se repetiría unos minutos más tarde, solo que con Miguel Rodríguez y con Gabriel Veiga.

De aquí al final del primer acto llegaría la réplica de un conjunto local que pareció retomarle el pulso y el dominio a una cita que, por cierto, comenzaba a ponerse bronca. Pudo deshacer la igualada Dani Pichín con un remate según le venía y que puso en serios aprietos al meta, como poco más adelante el capitán Góngora con un remate de la casa que salía lamiendo el poste.

Iniciaba el segundo acto y no lo podía hacer de peor manera. Y es que tras diez minutos de ‘cortesía’ armaba el conjunto vigués una acción por la banda y centro al corazón del área para que Lauti, libre de marca y sin oposición, entrada al segundo palo y cabeceara a la red ante un Edu Sousa que se estiró todo lo posible pero sin posibilidad de detener la bola e impedir el 0-1.

El Talavera necesitaba reaccionar y la verdad es que lo iba a conseguir. Envió a una de sus torres al ataque, el central Tomi Bourdal, y el argentino, más en una acción de delantero que de defensa, se zafaba de su par y se plantaba en el pico del área disparando y mandando incomprensiblemente la bola por encima del larguero.

Se salvaban los de Onésimo Sánchez de la primera pero no de la segunda, la cual llegó en acción de lo más rudimentaria pero efectiva a más no poder. Pelota colgada desde la banda por el capitán Gónora, Christian Perales que se adelantaba a su par para cabecear hacia atrás y ahí estaba David Añón para ganar la marca y meter la pierna firmando de esta manera el 1-1 que daba vida a los de Manuel Mosquera.

Y todavía quedaba un mundo, 20 minutos para soñar en completar la remontada, algo a lo que se encomendó a un Rodrigo que nos estaba malacostumbrando a golazos salvadores y que esta vez lo siguió intentando solo que el meta le tenía guardada la matrícula y su intento de remate desde la frontal del área lo sacaba el arquero con un fantástico paradón. Instantes después saque de córner y el meta que efectuaba otra gran parada, esta vez a testarazo de Christian Perales.

Parecía que el 1-1, sería el resultado que finalmente reflejaría el pronto de jubilación luminoso del Municipal ‘El Prado’ pero todo cambió cuando alcanzábamos tres minutos por encima del 90’. Nuevamente acción por banda del Celta ‘B’ y nuevamente servicio al segundo palo para que ésta vez fuera Cedric el recibiera un centro medido al segundo palo y anotase con la testa el 1-2 que llevaba de vuelta la depresión y la música de viento a la grada.